Noche de celebración en la sala Razzmatazz de Barcelona, compartían cartel dos de las bandas más veteranas del panorama rockero.
Por un lado PANZER, rememorando todos sus clásicos y por otro, BARÓN ROJO, banda referente para entender la importancia del rock en nuestro país.
Mucho se ha escrito sobre todos los problemas que ha tenido la banda hasta llegar a esta situación, así que hoy no será el día que lo hagamos.
Hoy tocaba disfrutar en una sala que colgó el cartel de no hay entradas días antes y desde luego el concierto estuvo a la altura.
Empezaron PANZER a calentar al personal haciendo un recorrido por sus éxitos y Toca Madera fue la escogida para iniciar el concierto, sin duda una de las más queridas y esperadas. Galones de Plástico dio paso a Dios del Rock otro clásico que el público canto junto con un Carlos Pina que estaba en plena forma al igual que el bajista Fernando Díaz-Valdés y el Batería Rafael Ramos, miembros supervivientes de la primera época del grupo. Caballeros de sangre también sonó pero fue con Perro Viejo cuando las gargantas de los allí presentes corearon la canción a pleno pulmón.
Hubo tiempo también para la balada Junto a ti pero enseguida siguieron con sus temas más rockeros como la reconocida No hay quien nos pare
La banda se completa con la incorporación de Miguel Ángel López “Cachorro” un veterano guitarrista curtido en muchas y reconocidas bandas de rock como SILVER FIST o COZ entre otras.
Ya con la actuación tocando a su fin no podía faltar Panzer su tema homónimo que cerró un más que correcta actuación de estos veteranos de la escena Rockera nacional.
Una vez listo el consabido cambio entre bandas, estaba todo preparado para recibir a BARÓN ROJO, banda que desde su primera publicación allá por el 1981 ha estado siempre presente, de una manera u otra, en la escena musical.
Sabíamos que era un concierto de clásicos cargado de nostalgia pero la banda salió a por todas desde el principio
Noches de Rock and roll fue la escogida para iniciar, y enseguida el primer clásico Hermano del Rock and Roll puso la sala patas arriba.
Apostaron por material relativamente nuevo como El Enemigo a Abatir pero jugaron a caballo ganador y enseguida las canciones más reconocidas se fueron haciendo un hueco en el repertorio.
Los hermanos de Castro son historia viva de nuestra música. Armando se erigió como líder absoluto de la banda mientras que Carlos tomó un rol más secundario. Se alternaron la voz en los temas para descanso del mayor de los De Castro.
Rafa Díaz se ocupó de la batería, como lleva haciendo desde el 2007, con su ya habitual solvencia mientras que la labor de bajista recayó en José Luis Morán, miembro desde 2018 que dotan a la banda de un sonido y fuerza espectacular.
Sonaron Incomunicación una inesperada Tierra de Vándalos y una emocionante Buenos Aires llevándonos a todos hasta ese mítico concierto de 1984. Hubo tiempo también para disfrutar de Invulnerable y Las Flores del Mal de sus primeros trabajos
Mención especial para Un Lugar de la Marcha del cual sonaron hasta cuatro cortes la inicial Breakthoven, Chicos del Rock, la celebradísima Cuerdas de Acero y por supuesto Hijos de Caín. Uno tras otro fueron sonando los himnos Concierto Para Ellos, Larga Vida al Rock And Roll, Satánico Plan y por supuesto Resistiré con la sala completamente entregada cantando todas y cada una de las canciones.
Con las Botas Sucias incluyó un medley de Born to be Wild y Smoke on the Water y con Siempre Estas Allí finalizó la primera parte.
Si bien la voz de Carlos estuvo muy apagada, la maquinaria de BARÓN sonó muy compacta y la duración del concierto estuvo cercana a las dos horas, nada mal para una banda con tantos años de recorrido.
Los bises no se hicieron esperar y como no podía ser de otra manera Barón Rojo puso la sala patas arriba, la sorpresa vino cuando la enlazaron con Son Como Hormigas para dar por finalizado, esta vez sí, el concierto.
El BARÓN voló por, tal vez, última vez en Barcelona pero su legado no dejara jamás de sonar como parte de la banda sonora de la vida de muchos de nosotros.
TEXTO: Ziltoid.
