A Valencia nos hemos movido para poder ver la gira del 40 aniversario del emblemático álbum Love A First Sting de SCORPIONS, y aunque la actuación nos ha gustado, el resto nos ha decepcionado.
Nos choca que con lo bonita que está la ciudad a cualquier cosa le llamen Auditorio, porque es un parquin en medio del puerto, suelo de asfalto totalmente plano, sin inclinación natural que favorecería la visibilidad, sin zonas de sombra, ni zona para sentarse, tres barras de bebida, con una central que aleja más si cabe al público en general, en las que se servía bebida cara y caliente, tan solo dos puestos de comida a elegir entre frankfurt o hamburguesas, si bien se agradece la brisa marina para mitigar un poco el calor, esas mismas corrientes de aire, hacían que el sonido se dispersara, dando auténticos problemas de audición y además muy mal montado y para muestra, un botón:
*La maravillosa organización nos mandó un correo para si queríamos convalidar nuestra entrada general por una de Gold Circle o Frontal Stage, o para recaudar más o a lo mejor por no llegar al número de entradas vendidas que deseaban, llegando esta zona hasta la torre central de control, o lo que es lo mismo, casi la mitad del recinto, lo que hacía que la zona de la plebe estuviera bastante más alejada del escenario de lo habitual.
* La zona PMR (personas de movilidad reducida), muy necesaria y lo digo por experiencia propia, normalmente, suele estar en un lateral o algo alejada del escenario, no como en esta ocasión casi pegada a la torre y centrada, lo que quita más visión al resto del público, el resultado es que solo se veía la parte superior del escenario, lo que acaba obligándote a seguir el espectáculo a través de las pantallas de video
*Si esperas vender miles de entradas no puedes poner solo un puesto de merchandising.
Vamos, un verdadero caos, amén de que para llegar hasta el recinto tienes que caminar lo indecible, dando la sensación que nunca llegas al evento.
Aparte de estás minucias destacar que el espectáculo de PHIL CAMPBELL AND THE BASTARD SONS fue corto y triste, porque solo actuaron 30 minutos con 5 temas empezando con We're The Bastards y Freak Show, pero no se puede tocar Born To Raise Hell, de MOTÖRHEAD, y alargarla hasta lo cansino para que cante la gente, para otro tema de cosecha propia y acabar con Ace Of Spades y dar la sensación de "esto es lo que hay y con esto os quedáis".
Menos mal que SCORPIONS ofrecieron un espectáculo al nivel de la banda icónica que son, y aunque la voz de Klaus Meine se nota deteriorada por los años y las operaciones, hace una labor muy digna y merecedora de respeto y admiración.
Envidia da la forma física que demuestra Rudolf Schenker a los 74 años manteniendo vivo el sonido de la banda junto a Matthias Jabs en ese dúo de guitarras legendarias, que con un casi desapercibido, al menos en las pantallas, Pawel Maciwoda al bajo y el siempre contundente Mikey Dee nos emocionan con la intro grabada del comienzo de Coming Home haciendo su aparición en la parte cañera del tema.
Aunque estemos recordando tan carismático álbum, el segundo tema es Gas In The Tank de su último gran trabajo Rock Believer, y el resto son todo clásicos entre los temas del disco homenajeado, como Make It Real y The Zoo.
El setlist está confeccionado para que cada cuatro temas suene una instrumental o solo y así Klaus pueda descansar, y la primera es Coast To Coast, tras la que cae el primer bloque del álbum homenajeado, con I'm Leaving You, Crossfire y Bad Boys Running Wild que suenan geniales.
Delicate Dance es la siguiente instrumental con un pequeño solo de Matthias, lo que da pie a la parte balada del espectáculo con Send Me An Angel y Winds Of Change, volviendo al meneo con Tease Me Please Me y The Same Thrill, tras lo que llega el momento de descarga de adrenalina de Mikey Dee, que tras más de veinte años en MOTÖRHEAD tocar aquí le tiene que saber a poco y que aprovecha para aporrear a la velocidad a la que estaba acostumbrado, llamando a este momento "New Vision".
Se va acercando el final y quedan dos bombas para terminar el set, Blackout y Big City Nights en la que Klaus nos pide colaboración con el estribillo, dejando al público con ansias por escuchar los dos temas más populares del trabajo recordado está noche y que sonarían en los bises, la baladisima Still Loving You y la imprescindible Rock You Like a Hurricane poniendo el broche a un espectáculo de 95 minutos llenos de grandes momentos y recuerdos.
Lo único que echamos en falta, por poner un punto dudoso a la actuación, es que anunciaron que tocarían íntegro el disco y no sonó As Soon as the Good Times Roll siendo un temazo.
Aparte de este detalle, un gran concierto de una banda que ya va camino de cumplir sesenta años de existencia y que siguen aportando calidad a lo que hacen.
TEXTO: Ferkiss.